domingo, 2 de octubre de 2011

Aclaraciones que son venganzas

La Palabra Imposible va en busca del texto dinámico, cree en la intención del arte cinético, definitivamente "sirve de algo" (o por lo menos eso pretende).

Por excitación, por repulsión o por identificación, la obra insiste en hacerse cargo de cargar con un sentido, busca una estética para una ética, no se pretende pura, está acá para algo y no se va a ir hasta conseguirlo. Como un virus, entra en el organismo, anida en él, y luego lo utiliza para reproducirse. Como toda obra de arte (como todo virus), no puede vivir sin un huésped, sin un receptor, la intención de esta intención es buscar su "más allá del texto", buscar ese lugar en que la obra de arte cuestiona y deja de ser obra para ser "aquello que hice con lo que la obra hizo de mi". En este sentido la obra no es inocente, está libre de ingenuidad, es política, se embarra en la historia y pretende hacerte esclavo del infierno de sus contradicciones para que al sentirlas tengas que manifestarte, a favor o en contra, pero nunca para que le seas indiferente. Dios no es neutral y el humano no tiene posibilidad frente al narrador omnisciente del guión de la vida... de nada sirve escaparte.
 

Final del juego, solo por ahora.

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